La increíble historia de Wheelie Boy BabybearMR
Wheelie Boy BabybearMR es un Yorkshire Terrier de 4 años de edad que está paralítico. Se fracturó el cuello al brincar del regazo de su dueña y a partir de entonces su vida ha sido una increíble historia de amor, lucha y fortaleza.
El problema se originó por un defecto congénito en el cuello del cual, ni la dueña ni el veterinario estaban enterados, a pesar de que ya había tenido problemas con el cuello. En ocasiones anteriores, el diagnóstico siempre había sido un nervio oprimido por los discos de la columna, y la cura medicamentos.
Esa había sido su vida hasta el día en que brincó de las piernas de su dueña y al caer dio un aullido tan raro que de inmediato su dueña supo que había algo mal. Al tratar de recogerlo Babybear tuvo un ataque, de pronto quedó paralizado y su lengua se volvió azul. Por suerte también estaba su dueño quien le dio respiración boca a boca mientras lo llevaban al hospital veterinario.
Cuando llegaron, los doctores les dijeron que un minuto más y Babybear habría muerto. Luego de tomar muestras de sangre, placas de rayos x y hacer otros estudios el veterinario preguntó a los dueños si querían hacer todo lo posible por salvarlo, aunque esto significara un gasto fuerte. La respuesta fue sí.
Sin embargo las predicciones no eran nada buenas ya que aparte de los problemas en el cuello, los análisis mostraron trastornos severos en el hígado por lo que el veterinario no dio ninguna esperanza. La familia decidió llevar a Babybear a casa, para que estuviera cómodo y con la gente que lo quería en su últimos momentos.
Fue un fin de semana difícil, Babybear apenas comía por medio de un popote, su dueña no lo dejó ni un instante y lo peor del caso, si Babybear sobrevivía hasta el lunes, el veterinario les había comentado que tendrían que decidir que hacer respecto a él, es decir optar por la eutanasia.
Babybear sobrevivió, así que sus dueños hicieron una cita para dormirlo, sin embargo, ambos estaban desconsolados e incluso sus hijos vinieron a verlo y a despedirse de él. Después de platicarlo, la familia tomó la decisión de consultar a otro veterinario, esta decisión le salvaría la vida a Babybear.
El nuevo veterinario descartó el problema en el hígado y diagnosticó Inestabilidad Atlantoaxial, un defecto congénito donde las 2 primeras vértebras cervicales no están bien sujetas, por lo que era necesario tomar más placas. Lo que estas demostraron fue que Babybear tenía roto el cuello, el veterinario no entendía cómo podía estar vivo ya que internamente estaba completamente decapitado. Para salvar la vida de Babybear reomendó una operación para asegurar el cuello con clavos; una operación riesgosa, cara y no había manera de asegurar el éxito de la misma, sin embargo era la única opción.
La familia de Babybear decidió correr el riesgo, juntó el dinero y justo en el traslado al hospital para la cirugía Babybear perdió el conocimiento de nuevo, hubo que volver a darle respiración boca a boca y al revivirlo empezaron una serie de problemas de incontinencia que forzaron al hospital a posponer la cirugía hasta tenerlo estable. Luego de estabilizarlo, finalmente pudieron proceder a la operación.
Babybear llevaba para entonces 5 días sobreviviendo con el cuello enteramente cercenado por dentro. La operación fue un éxito, el cuello de Babybear fue sujetado con alambres y cemento para huesos. Babybear dejó el hospital junto con instrucciones de terapia y medicamentos. En este punto estaba tan débil que la única manera de alimentarlo era con una jeringa. A las 8 semanas tuvo su primera revisión, el veterinario dijo que estaba muy bien y pregunto que si ya estaba caminando. La respuesta fue no. Sin embargo podía parase en las patas traseras donde había un músculo firme pero al parecer estaba perdiendo todo en la parte delantera del cuerpo. La recomendación fue probar con una nueva terapia acuática.
La nueva vida de Babybear y su dueña consistía ahora en terapia física 3 veces a la semana y acuática 2 más en la tina de la casa, medicamentos e investigación respecto a cómo ayudarlo a tener una vida “normal”. Así fue como encontraron, en internet, la ayuda de una comunidad cada vez mayor de amantes de los perros. Especialmente de dueños de perros con desventajas o problemas físicos. Allí, se enteraron que la dueña de un perro que usaba una silla de ruedas la estaba donando pues su perro había muerto recientemente. La silla tuvo que ajustarse y en un primer momento no le gustó a Babybear, pero entre su dueña y su veterinario buscaron la manera de ayudarlo. También hubo que ponerle un sujetador para la cabeza ya que Babybear no podía mantenerla arriba por sí mismo. Al mismo tiempo comenzaron una terapia de acupuntura para él.
Todas estas terapias combinadas con el amor y la perseverancia de sus dueños han logrado no sólo prolongar la vida de Babybear sino conseguir pequeños adelantos en su recuperación. Se han necesitado una nueva cirugía para realinear el soporte de cuello, una nueva terapia acuática, una nueva silla de ruedas, masajes diarios, pañales y mucha paciencia para que hoy en día Babybear lograra dar algunos pasos por solo y ahora, para ayudarlo a tener mayor fuerza en las patas, en lugar de usar sus “llantas” usa un soporte de tela. Es muy probable que con los cuidados, empeño y el amor de su familia Babybear vuelva a caminar algún día. Probablemente nunca volverá a ser el perro que era antes de su accidente pero todos y cada uno de los esfuerzos de las personas que se han involucrado en su vida han sido recompensados por el inigualable amor que Babybear les retribuye día a día.
Esta increible historia continúa día a día, si quieres saber más de Wheelie Boy BabybearMR visita su blog personal en Dogster.com