Las 10 cosas que tu perro odia que le hagas
10. Engañarlo al jugar.
Los perros se enojan cuando los humanos los engañan al jugar. Es cierto que adoran perseguir pelotas y frisbees en el patio o en el parque, pero detestan cuando finges lanzar un objeto sin que sea de verdad. Pueden emocionarse las primeras veces y es posible que incluso corran buscando la pelota inexistente, pero al darse cuenta de que es un engaño van a dejar de jugar, incluso si después decides lanzar la pelota real. (Supongo que la lección es que a nadie le gusta un mentiroso). Así que mejor ejercita tu brazo y prepárate para lanzar un poco más. Tu perro agradecerá el esfuerzo extra.
9. Gritarle y regañarlo por ladrar.
Todos sabemos que los perros se comunican por medio de ladridos. Es molesto para un perro ser regañado cada vez que intenta hablar de la única manera en que sabe hacerlo. Aunque los ladridos puedan alterar a los dueños, o a los vecinos, los canes generalmente tienen una buena razón para hacerlo. Puede ser que escuchen un ruido sospechoso o perciban el olor de alguien ajeno. Al igual que lo harías con el llanto o los gritos de un bebé, trata de ser sensible a los ladridos de tu perro.
8. Molestarlo.
No permitas que los niños le jalen la cola o las orejas, que les ladren o traten de montarlos. Estos comportamientos son muy confusos para los canes y potencialmente peligrosos para los humanos ya que su respuesta podría ser defenderse. Al igual que a los humanos, los animales detestan que los molesten. Los perros necesitan ser tratados con respeto, aún cuando para ti resulte divertido molestarlos. Y respecto a los niños, ¡que jueguen con sus juguetes! Tu perro te estará muy agradecido.
7. Restringir su movimiento.
Los perros adoran explorar su entorno cuando salen a caminar. Aunque si bien es necesario ser prudente y mantener a tu perro con correa y vigilado generalmente, cuando sea seguro y posible trata de dejarlo ser más libre. El olfato de los perros es muy importante para ellos y les encanta detenerse a oler arbustos, árboles, hidrates y otros lugares. Lo ideal es enseñarle a tu perro a caminar llevándolo con un poco más de cuerda floja en su correa, así disminuirá los niveles de estrés ocasionados por una correa corta o regaños y restricciones.
6. Obligarlo a jugar con otros perros.
Otra similitud entre perros y humanos es que ambos tienen preferencias respecto de quienes les caen bien y quienes no. A ti no te gustaría verte obligado a interactuar con una persona que claramente te desespera, y a tu perro tampoco. Observando un poco podrás darte cuenta de qué perro le cae bien o mal al tuyo. Uno de los comportamientos básicos para saberlo es preguntarte: ¿los perros están correteando felices juntos o se están ladrando, gruñendo y peleando? Forzar a tu perro a una situación incómoda puede resultar en ladridos fuertes, en que se enfade e incluso a que muerda al otro perro.
5. Los abrazos.
Como humanos en ocasiones expresamos nuestras emociones por medio de abrazos. Abrazamos a nuestros padres, a nuestros amigos, a nuestros hijos y a nuestros perros. Sin embargo, esto sólo molesta a nuestros canes. Al no tener brazos en el sentido humano del término no pueden ser recíprocos. Lo que sienten es que alguien los apresa, apachurra y retiene por un largo periodo de tiempo. Si bien muchos perros demuestran su paciencia y tolerancia al respecto y no reaccionan negativamente, para ellos es una forma en la que el dueño les muestra dominación. Es mejor reservar los abrazos únicamente para los humanos.
4. Enseñarle trucos.
Es bien conocido que los perros aman recibir premios sin embargo lo que se conoce poco es que detestan trabajar por ellos. Su punto de vista es: ¿por qué debo aprender a hacerme el muerto o a dar la pata a cambio de un premio? Entienden que estas formas de actuar entretienen a los humanos, pero para ellos no son divertidas. El consejo es: encuentra mejores motivos para premiar a tu perro.
3. Dejarlos con extraños.
Cuando los dueños se van de vacaciones suelen dejar a sus perros con amigos o familiares, usualmente estos son extraños para sus perros. A los perros les molesta especialmente ya que no saben cuánto tiempo tardará en regresar su dueño o si se han ido para siempre. El tener que adaptarse a un nuevo lugar, a nuevas rutinas y a nuevos humanos para ser llevados de nuevo a su vida anterior es sin duda una situación de estrés para el perro.
2. Un nuevo bebé.
Tu perro está acostumbrado a ser amado y consentido. Cuando las largas caminatas de fin de semana y las siestas tranquilas en familia se ven interrumpidas de pronto por un bebé ruidoso, tu perro estará molesto. Sentir que toda la atención enfocada en él pasa al nuevo integrante de la familia no será sencillo; aún más cuando en ocasiones ni siquiera se le permite acercarse al pequeño para olerlo o lamerlo, una acción que lo sumirá en confusión. Al igual que los humanos, los perros necesitan atención así que deberás ser sensible a sus necesidades cuando un nuevo bebé llega a casa.
1. Que estés fuera de casa todo el día.
Cuando adoptas un nuevo cachorrito lo que necesita es amor, compañía y cuidados. Luego de dedicarle un fin de semana, llega el momento de que regreses a tu rutina laboral y es probable que lo dejes solo durante ocho o diez horas. Un cachorrito, e incluso un perro mayor, no entiende este concepto y permanece solo en la casa tratando de explicarse la razón de tu abandono. Los perros se estresan mucho cuando se les deja solos durante todo el día así que pregúntate cuando tomes la decisión de compartir tu vida con un can cuánto es realmente el tiempo que podrás dedicarle.
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Este artículo aparece en su estado original en splendidtimes.com y fue traducido al español. Para ver el artículo en inglés usa este link:
http://splendidtimenews.com/1-be-gone-all-day/
Las fotos son Creative Commons en Flickr.com y aparecen en las galerías de Rosa Blue, Dagnyg and Brian Brodeur.